La Sagrada Familia
Viernes
30
Con
Jesús por la mañana. «El
amor vivido en las familias es una fuerza constante para la vida de la Iglesia.
El fin unitivo del matrimonio es una llamada constante a acrecentar y
profundizar este amor… En este amor los esposos celebran sus momentos felices y
se apoyan en los episodios difíciles de su historia… La belleza del don
recíproco y gratuito, la alegría por la vida que nace, el cuidado amoroso de
todos sus miembros… son sólo algunos de los frutos que hacen única e
insustituible la respuesta a la vocación de la familia, tanto para la Iglesia
como para la sociedad entera.» (Papa Francisco). Ofrece tu día por la intención
del Para para éste mes. Disfruta de tu familia, demuéstrales cuánto los
quieres. Atiende sus necesidades, escuchas sus palabras, acoge sus pedidos.
Con
Jesús por la tarde. «Se
levantó, tomó al niño y a su madre y se volvió a Israel. Y avisado en sueños,
se retiró a la provincia de Galilea y se estableció en una población llamada
Nazareth, para que se cumpliera lo anunciado por los profetas: será llamado
Nazareno.» (Mt 2, 21-23). Repite al ritmo de la respiración «Señor, haz mi
corazón semejante al tuyo…» mientras continúas poniendo en práctica el
propósito del día.
Con
Jesús por la noche. Haz
memoria del día. Tu vida diaria tiene un comienzo, un proceso y un final. Es
importante recordar cómo iniciaste el día y cómo estás terminando. ¿Con qué
sentimientos y pensamientos iniciaste el día? ¿Qué te afectó durante el día?
¿Cómo describirías los que sientes “aquí y ahora”?
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