Inmaculada Concepción
Jueves
8
Inmaculada
Concepción.
María
se preparaba así para lo imposible.
Con
Jesús por la mañana. «¿Cómo
se hará esto en mí? (Lc 1,34). La imposibilidad de María era la posibilidad de
Dios. Toda Ella era virginal, pura acogida de la vida que el Señor de la
historia quería inaugurar en la tierra. Cuando María dijo:
“Hágase en mí según tu palabra”, la
palabra empezó a hacerse carne en sus entrañas, una existencia toda ella venida
de lo alto. Y fue tan acogida que toda se hizo de la tierra» (Benjamín González
Buelta). Ofrece tu día por las intenciones del Papa. Concurre a Misa para
celebrar a María y agradece a Dios el regalo de su vida inmaculada.
Con
Jesús por la tarde. «Entró
el ángel a donde estaba Ella y le dijo: Alégrate llena de gracia el Señor está
contigo» (Lc 1, 28). Alégrate tú también pues estas palabras del ángel son
dichas para ti. Repite al ritmo de la respiración «Alégrate…el Señor está
contigo…» mientras continúas poniendo en práctica el propósito del día.
Con
Jesús por la noche. Da
gracias y pide luz. Dios estuvo hoy contigo, la riqueza y la sabiduría interior
crecerán, si reconoces el paso de Dios por los acontecimientos que vives.
Agradece las vivencias, experiencias, encuentros, lugares, personas de hoy.
Pide luz… ¿De qué te hiciste consciente hoy? ¿Alguien necesita que le pidas
perdón? ¿Hay necesidad de enmendar algo?
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