El arte de descansar
Miércoles
7
Con
Jesús por la mañana. Necesitamos
aprender a descansar, a desacelerar nuestros ritmos, a encontrar serenidad y
reposo en medio de nuestra vida agitada. Recuerda que una vida intensa no es
una vida saturada y ruidosa, sino una vida vivida en profundidad. Descansar es
aprender a hacer pausas en la vida cotidiana. Necesitamos redescubrir la
naturaleza, tener tiempo para la oración, para los demás y para nosotros
mismos. La plenitud y el sentido último de tu vida no se agotan en el trabajo,
el esfuerzo y la lucha, sino en la celebración, la amistad y el gozo
compartido. Ofrece todo tu día por las intenciones del Papa para este mes. Hazte
un tiempo para compartir un café, una comida o una charla con alguien.
Con
Jesús por la tarde. «Vengan
a mí, los que están cansados y agobiados y yo los aliviaré» (Mt 11, 28). Hay un
descanso que sólo se encuentra en los brazos del Padre. Deja entrar a Jesús en
tu corazón. Reposa tu corazón en el suyo. ¡Detente! Tu alma necesita recuperar
el aliento. ¡Anda despacio, disfruta de los colores, los aromas y los sabores
de hoy! Repite al ritmo de la respiración “voy a ti Señor” mientras continúas
poniendo en práctica el propósito del día.
Con
Jesús por la noche. Agradece
lo encuentros. Trae a la memoria las personas que hoy encontraste. ¿Recuerdas
algún encuentro de manera especial? ¿Qué te ha hecho sentir? ¿Qué conversación
recuerdas especialmente? ¿Por quiénes quieres agradecer?
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