Como niños
Viernes
9
Con
Jesús por la mañana. El
niño desde el seno materno vive la entrega total de su madre, que no sólo lo
lleva en sí y le da vida, sino que también lo cuida. Ella es don para su hijo.
El niño no tuvo que hacer nada para recibir ese amor. Así te ama Dios. Así nos
ama a todos. Tu eres ese niño y Dios tu madre.
¿Entiendes la gratuidad de Dios? El amor de Dios no se gana porque es
don que se derrama desde antes de que nacieras. Ofrece tu día por las
intenciones del Papa. Piensa en esto: “Dios te ama desde antes que nacieras”.
Con
Jesús por la tarde. «Pero
la sabiduría se conoce por sus hijos» (Mt 11,19). Recibe el día y lo que él te
ofrece, los encuentros, los lugares, con asombro y gratitud. ¡Que tu actitud
refleje que recibes el amor que se te regala sin reclamos! Repite al ritmo de
la respiración «la sabiduría se conoce por sus hijos…» mientras continúas
poniendo en práctica el propósito del día.
Con
Jesús por noche. Haz
memoria del día. Tu vida diaria tiene un comienzo, un proceso y un final. Es
importante recordar cómo iniciaste el día y cómo estás terminando. ¿Con qué
sentimientos y pensamientos iniciaste el día? ¿Qué te afectó durante el día?
¿Cómo describirías los que sientes “aquí y ahora”?
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