En un taller al que asistí en días pasados, una de las personas del equipo, un jesuita argentino- al que no he pedido permiso para nombrar, por lo cual no lo haré aquí- nos compartió la siguiente afirmación: "Dios perdona. Dios perdona siempre. Dios perdona con ganas". Desde que la escuché deseé compartirla con ustedes. Es muy probable que muchos alberguen dudas sobre lo antes dicho. ¿Será cierto que nos perdona siempre? ¿ Y con ganas?.A mí no me cabe duda de que esto es así. Si no lo que nos vino a enseñar Jesús de su "Abba" serían puras fantasías bonitas pero irreales...
Lo que ocurre es que muchas personas para sentir en sus corazones esta afirmación deben limpiar antes su imagen de Dios.... Dios nos perdona no porque seamos buenos nosotros, sino porque Él es bueno. Porque Él es el mismo Amor donándose cada día y en cada segundo...
No necesita ni de nuestros sacrificios, ni de que nos flagelemos o humillemos ante Él para amarnos más. Nos ama porque sí, porque Él no sabe hacer otra cosa que amar...Lo único que espera es nuestra respuesta de amor. Respuesta que, como humana, será limitada y en ocasiones tristemente repartida con cuentagotas...pero que hemos de perseverar en darla por nuestro bien y el de todos. Respuesta que hemos de poner más en obras que en palabras...
Cuesta entender con la razón un amor tan grande como el del Padre...Ante la inmensidad de su amor sólo nos resta aceptarlo, agradecerlo e imitarlo dentro de la finitud e imperfección de nuestra humanidad. Lejos de "relajarnos porque Dios siempre perdonará todos nuestros pecados y faltas", tanto Amor nos invita a amar como Él, a perdonar como Él, a sumarnos a los planes que Él tiene para la felicidad de la humanidad...
Que las semillas que ha sembrado en nuestros corazones puedan dar buenos frutos. Abonemos nuestra tierra, persistamos en sacar las piedras y las malas hierbas, reguemos adecuadamente, cuidemos esas semillitas del sol excesivo y de los vientos fuertes....para que la cosecha sea abundante y puesta al servicio del Reino.
Que nuestro ruego de hoy sea este: "Ya que nos amas y perdonas siempre queremos donarte nuestros corazones Padre Bueno para que allí anide tu Palabra y se manifiesten tus maravillas"
Que así sea.
@Ale Vallina.
Lo que ocurre es que muchas personas para sentir en sus corazones esta afirmación deben limpiar antes su imagen de Dios.... Dios nos perdona no porque seamos buenos nosotros, sino porque Él es bueno. Porque Él es el mismo Amor donándose cada día y en cada segundo...
No necesita ni de nuestros sacrificios, ni de que nos flagelemos o humillemos ante Él para amarnos más. Nos ama porque sí, porque Él no sabe hacer otra cosa que amar...Lo único que espera es nuestra respuesta de amor. Respuesta que, como humana, será limitada y en ocasiones tristemente repartida con cuentagotas...pero que hemos de perseverar en darla por nuestro bien y el de todos. Respuesta que hemos de poner más en obras que en palabras...
Cuesta entender con la razón un amor tan grande como el del Padre...Ante la inmensidad de su amor sólo nos resta aceptarlo, agradecerlo e imitarlo dentro de la finitud e imperfección de nuestra humanidad. Lejos de "relajarnos porque Dios siempre perdonará todos nuestros pecados y faltas", tanto Amor nos invita a amar como Él, a perdonar como Él, a sumarnos a los planes que Él tiene para la felicidad de la humanidad...
Que las semillas que ha sembrado en nuestros corazones puedan dar buenos frutos. Abonemos nuestra tierra, persistamos en sacar las piedras y las malas hierbas, reguemos adecuadamente, cuidemos esas semillitas del sol excesivo y de los vientos fuertes....para que la cosecha sea abundante y puesta al servicio del Reino.
Que nuestro ruego de hoy sea este: "Ya que nos amas y perdonas siempre queremos donarte nuestros corazones Padre Bueno para que allí anide tu Palabra y se manifiesten tus maravillas"
Que así sea.
@Ale Vallina.
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