José no era un fanático de la ley. Unía la justicia, la rectitud, con
la bondad y la misericordia. Si sólo hubiera sido justo, si únicamente le
hubiera interesado el cumplimiento de la ley tendría que haber entregado a su
mujer a la muerte. Pero este hombre no quería ser justo frente a la ley sino
ante su prometida. La justicia, tal como él la entendía, va dirigida al bien y
la salvación de la persona. Sin duda que Jesús aprendió de José a interpretar
las leyes de Dios con misericordia.
P. Javier Rojas sj
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