San Francisco Javier, en su larga carta escrita desde Japón sobre
«la ciencia de esperar en Dios», aconseja a los que sueñan en realizar grandes
cosas que se preparen para eso, esforzándose en conservar la confianza en Dios,
en medio de las cosas pequeñas. Estas cosillas son para nosotros no ya las
ocasiones de asegurarnos ciertos méritos, sino muy al contrario los medios de
comprobar la debilidad de nuestra carne y la necesidad cada vez mayor que
tenemos de entregarnos a Dios.
Jean Laplace sj
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