Permite, cuando tiendo la mano a los objetos de este mundo,
por la alegría o el dolor, que mediante ellos te comprenda y te ame a Ti,
primer principio de todos ellos. Tú, que eres amor, dame el amor. El amor a ti,
para que todos mis días alguna vez desemboquen en el único día de tu vida
eterna.
Karl Rahner sj
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