Con gran, con gran, sufrimiento y preocupación sigo la situación en Siria. El aumento de la violencia en una guerra entre hermanos, con el multiplicarse de estragos y actos atroces, que todos hemos podido ver también en las terribles imágenes de estos días, me impulsa, una vez más, a alzar la voz para que se detenga el rumor de las armas.
El enfrentamiento no ofrece perspectivas de esperanza para resolver los problemas, sino la capacidad de encuentro y de diálogo.
Desde lo profundo de mi corazón, quisiera manifestar mi cercanía con la oración y la solidaridad a todas las víctimas de este conflicto, a todos aquellos que sufren, especialmente a los niños, e invitar a tener siempre encendida la esperanza de paz.
Hago un llamamiento a la Comunidad Internacional para que se muestre más sensible hacia esta trágica situación y ponga todo su empeño para ayudar a la querida Nación Siria a encontrar una solución a una guerra que siembra destrucción y muerte.
Todos juntos oremos, todos juntos oremos, a la Virgen Reina de la Paz: María, Reina de la paz ruega por nosotros. Todos. María, Reina de la paz ruega por nosotros.
FRACISCO
El enfrentamiento no ofrece perspectivas de esperanza para resolver los problemas, sino la capacidad de encuentro y de diálogo.
Desde lo profundo de mi corazón, quisiera manifestar mi cercanía con la oración y la solidaridad a todas las víctimas de este conflicto, a todos aquellos que sufren, especialmente a los niños, e invitar a tener siempre encendida la esperanza de paz.
Hago un llamamiento a la Comunidad Internacional para que se muestre más sensible hacia esta trágica situación y ponga todo su empeño para ayudar a la querida Nación Siria a encontrar una solución a una guerra que siembra destrucción y muerte.
Todos juntos oremos, todos juntos oremos, a la Virgen Reina de la Paz: María, Reina de la paz ruega por nosotros. Todos. María, Reina de la paz ruega por nosotros.
FRACISCO
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