Señor, me despojo de mis vestidos que esconden mis ambiciones,
Me quito el reloj inflexible en mis estructuras.
Dejo el lápiz que diseña mis egoístas planes.
Dejo también las llaves de mis pertenencias...
para estar solo con Vos,
el único Dios Verdadero.
Y después de estar contigo…
me visto con Tus ropas para andar por tus caminos.
Me pongo Tú reloj para vivir al compás de tu tiempo.
Me pongo los lentes para ver el mundo a tu modo,
vuelvo a tomar el lápiz para escribir tus pensamientos.
Y tomo las llaves que me llevan a abrir tus puertas.
¡Que así sea!


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