“Jamás ha hablado nadie así” (Jn 7,46).   Los adversarios quieren eliminar a Jesús, lo tachan de impostor, desprecian a la gente sencilla. Parece que sólo entienden de Dios los que conocen la Ley. Su amor puesto en medio del mundo saca de la ambigüedad a toda sabiduría. A la violencia responde con la paz y la bondad. Junto a Jesús brota el agua viva, todo silencio y soledad quedan habitados por la música. Junto a él se elaboran las más fuertes decisiones. Cristo, ¿qué quieres de mí? Mirándote a ti, Jesús, aprendo a amar y a perdonar en silencio.

Comentarios