Nosotros, los cristianos, tomemos conciencia en esta noche
que Cristo no nació hace veinte siglos, Cristo está naciendo hoy en nuestro
pueblo, en nuestro corazón, en la medida en que cada cristiano trate de vivir a
integridad el evangelio, la vida cristiana, las consignas de la Iglesia
verdadera de Dios, en esa medida cada uno de nosotros es como el apóstol, es
como María, es como el pastor que da gloria a Dios, canta la alegría de haber
conocido a Cristo y trata de llevar esa noticia a otros como los pastorcitos de
Belén. Para esto es necesario convertirse sinceramente a Cristo, convertirse al
amor que nos visita, hacer eco a la bondad infinita de Dios que nos trae la
redención; no rechazarla, no ser tiniebla, ser corazón abierto como una cuna
para que nazca Cristo en cada alma…
Monseñor Oscar Romero
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