La Virgen sabe que el Niño está cerca.
El vientre abultado se hace notar.
Le pesa el cansancio y el deseo es mucho:
ya quiere al pequeño con fuerza abrazar.
María que es Madre añora mecerlo,
cantarle bajito y brindarle amor.
Ya llega el momento que es tan esperado,
que corona el “Si”  de meses atrás. 
Ya toma la forma tangible
de bebé pequeño que viene a amar.
De sueño de Dios a  Niño divino,
son sólo unos días los que hay que esperar.
La Virgen intuye que el Niño está cerca,
y que es la Esperanza  que envuelta  en pañales,
con ansias de leche llega para amar…
@Ale Vallina

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