Les voy a contar una leyenda que me contó un monje ortodoxo y que merecería ser una historia verdadera: cuando Cristo, después de Pascua, estaba subiendo al cielo, dirigió la mirada hacia la tierra, y la vio inmersa en la oscuridad, salvo algunas lucecitas que brillaban en la ciudad de Jerusalén. Durante la ascensión, se cruzó con el arcángel Gabriel, que solía realizar misiones a la tierra, el cual preguntó al Señor: "¿Qué son esas lucecitas?". Cristo le respondió: "Son los Apóstoles reunidos en torno a mi Madre; y mi plan es, apenas haya llegado al cielo, enviarles el Espíritu Santo, para que esas llamitas se transformen en un gran fuego que encienda de amor la tierra entera". Gabriel se atrevió a replicar: "Y, ¿qué harás si el plan falla?". Después de unos instantes de silencio, el Señor respondió: "No tengo otros planes".
En una Homilía del CARDENAL ROGER ETCHEGARAY
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