Pequeña María, sencilla flor, con sorpresa y humildad recibiste al ángel Gabriel. En el Misterio de la eternidad el Verbo se encarnó en Ti. Por eso te llaman la bendita entre todas las mujeres. Encuentro divino entre el ángel mensajero y la Niña que hubo de hacerse Madre en obediencia y en amor…
Madre, acércanos a tus virtudes para que se “encarne” en nuestros corazones tu bendito Hijo. Amén.
@Ale Vallina
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