Saber perdonar



Día 3

Con Jesús por la mañana. “Tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida” (Lc 15, 1- 3.11-32). “El hijo había perdido el dinero, los amigos, la salud, el status social, la fama…, pero hay algo que no pudo malgastar: la experiencia de haber sido amado por el Padre desde niño. Cuando el perdido “entró dentro de sí”, encontró ese amor tan vivo que hizo posible su regreso a casa” (Benjamín González Buelta). Toma un tiempo de reflexión antes de decidir asuntos importantes. Inclina la balanza adonde encuentres amor y bien. Ofrece tu día por la intención del mes. 

Con Jesús por la tarde. Ser humildes. “La humildad y la caridad son compañeras inseparables. La una glorifica, la otra santifica” (San Pío de Pietrelcina). El amor del padre es inmenso, Él perdona nuestros errores. Es necesario abandonar la dinámica del rencor y las culpas para construir fraternidad entre las personas, el mundo necesita volver a la bondad del corazón que habita en cada uno. Crece en humildad y construye ambientes amigables y “perdonadores”. Perdona, pide perdón y pon buen humor donde otros dramaticen.

Con Jesús por la noche. Deseos de amor. Aquieta el corazón y serena el pensamiento. Agradece un día más. ¿Dónde pones tu amor a lo largo del día? ¿Reconoces que podrías amar más y mejor a alguna persona? ¿Sientes rechazo o apego a algo o alguien? Acertar en el amor es camino de libertad y plenitud. ¿Qué puedes hacer diferente para crecer en libertad y amar más y mejor a toda creatura? Apunta lo que descubras.

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