Reino dividido
Día 22
Con Jesús por la mañana. “Un
reino dividido internamente no puede subsistir” (Mc 3, 22-30). Si queremos
vivir unificados interiormente hemos de aceptar que estamos habitados por
fuerzas que dañan, que son parte nuestra al igual que esos lados luminosos que
nos gustan más. La plenitud no es ausencia de males o pulcritud de alma, sino
convivencia armónica con todo nuestro interior, aceptación libre y sincera de
nosotros. Haz consciente en la jornada esos lados que te habitan y únete en
oración a la Red Mundial de Oración del Papa, por las minorías religiosas en
Asia para que puedan vivir su fe con toda libertad.
Con Jesús por la tarde. El bien es
comunicación. “El bien siempre tiende a comunicarse. Toda
experiencia auténtica de verdad y belleza busca por sí misma su expansión, y
cualquier persona que viva una profunda liberación adquiere mayor sensibilidad
ante las necesidades de los demás” (Papa Francisco). El amor es comunicación, y
siempre busca el bien de la persona amada. Así nos ama Dios, nos da su Amor, su
Vida, su Ser, su Existencia. Agradece el amor recibido, dile al Señor: “Te doy
gracias, Señor, por tu amor, no abandones la obra de tus manos”.
Con Jesús por la noche. Dejarse
mirar. Busca un lugar tranquilo y respira profundamente.
Aquieta el corazón. ¿Qué acontecimientos
te han hecho feliz? ¿Por quienes te has sentido amado, estimado, valorado?
Quédate unos minutos disfrutando de ello. Agradece el día que has vivido.
Disponte a iniciar tu día de mañana llevando amor en tu corazón para entregar a
los demás.
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