Agradecer
Día 22
Día siete Novena de Navidad.
Con Jesús por la mañana. A veces se nos hace hábito nuestra
realidad y vamos perdiendo la delicadeza del agradecimiento. Se hacen
habituales los amigos, la familia, el aire, el alimento, el trabajo, los
talentos, hasta nuestras torpezas que nos ayudan a crecer. Todo nos ha sido
dado, nada es por nuestros méritos. Presta atención a todo lo que hoy vivas, di
“gracias” a tus hermanos por sus pequeños servicios y agradece a Dios sus
regalos. Recuerda y agradece especialmente por la presencia de los mayores en
tu vida, ofreciendo tu día por ellos.
Con Jesús por la tarde. “Mi alma canta la grandeza del Señor, y
mi espíritu se estremece de gozo en Dios mi Salvador, porque él miró con bondad
la pequeñez de su servidora” (Lc 1, 46-48). Agradecer es alabar a Dios
reconociendo que todo lo hemos de recibido de su mano. Escribe tu propio
Magnificat, agradeciendo y alabando a Dios por su amor y recítalo.
Con Jesús por la noche. Serénate y trata de ser más consciente.
¿Crees que vas creciendo interiormente? ¿Sientes que aumenta tu esperanza, tu
amor y caridad? ¿Qué te llena la vida de plenitud? Entrega esta noche a tu Padre
del cielo tus preocupaciones.
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