Un sueño hermoso
Día 1
Con Jesús por la mañana. Me gustaría que mi casa fuese lo más
pequeña posible… todo para una sola persona… me gustaría tener una bodega bien
provista, para socorrer a los pobres y fortalecerlos con vino generoso… Mi casa
no estaría lejos de la iglesia, para poder ir todas las mañanas a Misa; e
inmediatamente después, montada en el asno, iría a visitar a los pobres del
pueblo y les llevaría provisiones y medicinas (Sta. Teresita del Niño Jesús).
Hoy trabaja con amor, y ofrécelo al Señor por el mundo del trabajo y los
trabajadores, como nos pide el Papa en el desafío de este mes.
Con Jesús por la tarde. “Un hombre tenía dos hijos. Se acercó
al primero y le dijo: Hijo, ve hoy a trabajar en la viña. Él le contestó: No
quiero. Pero después recapacitó y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo.
Él le contestó: Voy, señor. Pero no fue. ¿Quién de los dos hizo lo que quería
el padre? Contestaron: el primero” (Mt 21, 28-31). ¿Estás atento al paso de
Dios en tu día? Repite al ritmo de tu respiración: “Señor, enséñame a estar
disponible”, mientras continúas poniendo en práctica el propósito del día.
Con Jesús por la noche. Serénate. ¿Cómo ha sido tu fin de
semana? ¿Qué momentos te han enriquecido? ¿Has actuado mal con alguna persona?
¿Cómo te dispones a comenzar tu semana? Cierra los ojos, respira hondo y busca
la quietud interior para encontrarte con Dios.
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