Trabajo
Día 3.
Con Jesús por la mañana. "El trabajo es fundamental para no
vivir con sensación de parásito. No tener trabajo corroe una de las dimensiones
medulares de la existencia, no solo porque no se puede ganar el dinero
suficiente para vivir, sino porque paraliza o elimina uno de los desafíos que
nos van configurando como personas creadoras y resistentes. En el trabajo somos
creadores, pero también afrontamos rutinas y cansancios en los que nuestro ser
se fortalece y crece en su capacidad de darse a los demás" (B. González
Buelta sj). ¡Trabaja con alegría y abandona la queja! Ofrece el día por la
intención del mes.
Con Jesús por la tarde. “Señor, ¿Quieres que mandemos caer
fuego del cielo y los destruya? Pero se volvió hacia ellos y los reprendió (Lc
9, 54-55)”. ¿Sientes deseos de vengarte de quienes te ofenden o humillan?
¿Miras a los demás con ojos de misericordia? Repite al ritmo de tu respiración:
“Señor, dame amar más a mis hermanos”, mientras actualizas el propósito del
día.
Con Jesús por la noche. Detente. Tómate un momento y sé
consciente de lo que has vivido hoy. ¿Qué te llena de alegría? ¿Qué te hace
perder la paz? ¿Dónde tienes puesto tu corazón? No se puede sentir plenitud
interior si no sabemos hacia dónde va nuestra vida.
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