Dios lo conduce todo



Día 9

Con Jesús por la mañana. “En la vida no hay dificultades, solo hay circunstancias. Dios lo conduce todo, y todo lo conduce bien. No hay más que abandonarse y servir a cada instante en la medida de lo posible” (San Alberto Hurtado). En las dificultades busca a Dios, Él está tan presente como en las bonanzas, guiándonos como un maestro. ¿Sirves en la medida de tus posibilidades, o regateas con el Señor? Ofrece las tareas de este día por la intención del Papa para este mes y responde amablemente a quienes te presenten inconvenientes.

Con Jesús durante el día. “Entonces Jesús le respondió: ¡Mujer, qué grande es tu fe! Que se realice lo que deseas. Y desde aquella hora la hija de esta mujer quedó sana” (Mt 15,28). ¿Sabes descubrir los signos de la presencia de Dios en las pequeñas rutinas del día a día? ¿Te encuentras con Dios en las tareas de tu vida? Al ritmo de tu respiración repite: “Señor mío, sé que me ves, que me oyes, que me escuchas”.

Con Jesús por la noche. Agradece y entrega. Aquieta el corazón y disponte a mirar lo vivido. Cada día es un regalo. ¿Qué motivos tuviste hoy para agradecer? ¿Qué momentos te llenaron de plenitud? ¿Qué personas te alegraron?  Agradece por ellas. Toma nota de lo más significativo del día. Entrega al Señor la jornada que termina.

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