Cristo en el prójimo
Día 30
Santa Rosa de Lima
Con Jesús por la mañana. “Cuando servimos a los pobres y a los
enfermos, servimos a Jesús; no debemos dejar de ayudar a los que nos rodean,
pues en ellos servimos a Jesús” (Santa Rosa de Lima). El Señor espera tu amor y
tu servicio en aquellos que tienes cerca. Las necesidades de tus hermanos son
las de Cristo. ¿Quién espera una palabra de aliento, un favor o un abrazo de ti?
¿Quién necesita de tu cercanía? Acude al encuentro de quien te espera y
atiéndelo en su necesidad. Ofrece por la intención del mes.
Con Jesús durante el día. “Jesús les dijo: El Reino de los cielos
se parece a un tesoro escondido en el campo; cuando alguien lo encuentra, lo
esconde de nuevo y, lleno de alegría, va, vende todo cuanto tiene y compra
aquel campo” (Mt 13,44). ¿Renuncias a tu comodidad o a tu interés para ayudar a
otro? Pide por intercesión de Santa Rosa de Lima que la gracia de Dios movilice
tu corazón para el servicio generoso y alegre. Repite gustando las palabras:
“Señor, que salga de mí mismo, de mi querer e interés”.
Con Jesús por la noche. Agradece y
entrega. Aquieta el
corazón y disponte a mirar lo vivido. Cada día es un regalo. ¿Qué motivos
tuviste hoy para agradecer? ¿Qué momentos te llenaron de plenitud? ¿Qué
personas te alegraron? Agradece por
ellas. Toma nota de lo más significativo del día. Entrega al Señor la jornada
que termina.
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