Evangelizar es amar (3ra Parte)
Día 20
Con Jesús por la mañana. “Es preciso, sobre todo que al ir hacia
ellos no les aparezcamos como una nueva especie de competidores. Debemos ser en
medio de ellos testigos pacíficos del Todopoderoso, hombres sin avaricias y sin
desprecios, capaces de hacerse realmente sus amigos. Es nuestra amistad lo que
ellos esperan, una amistad que les haga sentir que son amados de Dios y
salvados en Jesucristo” (Eloi Leclerc).
¡Un gesto de aceptación y comprensión es de gran ayuda para quien está
herido y alejado de la fe! Recibe al que te busca y necesite de ti. Ofrece tu día por la
intención del Papa.
Con Jesús por la tarde. “Carguen con mi yugo y aprendan de mí,
que soy tolerante y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su vida”
(Mt 11, 28-30). ¿Te ocupas de que tu compañía alivie a tu hermano o agobias y
asfixias con reclamos y exigencias? Repite al ritmo de tu respiración: “Sagrado
Corazón de Jesús, haz mi corazón semejante al tuyo”, mientras actualizas el
propósito de la mañana.
Con Jesús por la noche. Recupera
imágenes. Tómate un
tiempo y mira tu día. ¿Qué imágenes recuerdas de lo vivido hoy? Apúntate
algunos datos significativos de esas imágenes. ¿Por qué destacas esos detalles?
¿Qué te dicen? ¿Qué belleza descubres en esas imágenes? ¿De qué has disfrutado
hoy? ¿De qué te arrepientes? Agradece a Dios y pide ayuda para empezar tu día
mañana.
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