Encender corazones
Día 21
Con Jesús por la mañana. “La Iglesia es enviada a despertar esta
esperanza en todas partes, especialmente donde es ahogada por condiciones
existenciales difíciles, a veces inhumanas, donde la esperanza no respira, se
sofoca. Necesitamos el oxígeno del Evangelio, el soplo del Espíritu de Cristo
Resucitado, que vuelva a encender los corazones” (Papa Francisco). Únete en
oración a la Red por nuestros hermanos que se han alejado de la fe, para que, a
través de nuestra oración y el testimonio evangélico, puedan redescubrir la
cercanía del Señor misericordioso y la belleza de la vida cristiana.
Con Jesús por la tarde. “Si comprendieran lo que significa:
misericordia quiero y no sacrificios, no condenarían a los inocentes” (Mt 12,
7). La misericordia es la viga maestra de la fe. ¿Eres exigente y áspero en el
trato con los hermanos? ¿Mantienes la cordialidad en el trato con quien te
incomoda? Repite al ritmo de tu respiración: “Señor, que ame a mis hermanos
como Tú los amas”.
Con Jesús por la noche. Trae a las
personas. Trae a la
memoria a las personas que has encontrado hoy. ¿Cómo han sido esos encuentros?
¿Cómo fue tu acogida? ¿Reconoces que las
personas son regalos que Dios te acerca cada día? ¿Qué has podido hacer por los
demás? ¿Hay alguien que necesite una disculpa? Agradece el don de la vida en ti
y en tus hermanos.
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