El perdón es fecundo
Día 17
Con Jesús por la mañana. “Dando
y acogiendo el perdón se ha podido sanar la memoria herida de personas o de
comunidades, y familias antes divididas han encontrado la armonía. La
reconciliación supera las crisis, restaura la dignidad de las personas y abre
el camino al desarrollo y a la paz estable entre los pueblos a todos los
niveles.” (Benedicto XVI). Perdonar es liberar tu corazón de cobrar la deuda
del daño recibido y dejar que Dios restaure el equilibrio perdido. Perdonar es
seguir adelante. Perdona, tú serás el más beneficiado. Acércate a quien
necesita tu perdón. Ofrece tu perdón por la intención del Papa. .
Con Jesús por la tarde. “Yo soy
la vid verdadera y mi Padre el viñador. Él corta los sarmientos que en mí no
dan fruto; los que dan fruto los poda, para que den aún más”. (Jn 15, 1-2).
Deja que el Señor pode esos rencores y dolores que impiden nuevos
florecimientos y nuevos frutos. La poda duele, pero es fuente de fecundidad
Repite al ritmo de tu respiración, “Señor dame tus sentimientos para perdonar
de corazón”.
Con Jesús por la noche. Recuerda
los sentimientos. ¿Cómo te has sentido en esta jornada? ¿Con qué sentimientos
iniciaste el día? ¿Hubo algún cambio en ellos, en razón de qué? ¿De qué manera
vas llegando al anochecer? ¿Qué actitudes tuviste? Pide perdón por aquello que
te hubiera gustado que fuera diferente.
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