Despliega tu vida
Domingo 1
María Madre de Dios
Con Jesús por la mañana. Damos inicio a un nuevo peregrinar.
Un nuevo año comienza. ¡Abre tu vida a la novedad, a la sorpresa, a los
acontecimientos! Jesús camina junto a nosotros. Despliega tu vida. Abraza la
vida nueva que viene. Renueva tus deseos. Lleva contigo lo bueno que
aprendiste, desecha aquello que limita tu corazón y tu capacidad de amar;
lánzate a servir con generosidad a los demás. Jesús te llama a ponerte
nuevamente en marcha para continuar haciendo de este mundo un lugar mejor. Tu
oración y tus gestos de amor y ternura, harán de esta tierra un nuevo Edén. El
planeta es nuestra casa común. Ofrece tu día por las intenciones de la Iglesia.
Date tiempo para pensar: ¿Cómo inicias este nuevo año? ¿Qué deseos anidan en tu
corazón?
Con Jesús por la tarde. «María meditaba y conservaba todo en
su corazón» (Lc 2, 19). Tu corazón es el cofre. ¿Qué guardas o en él? Eso que
hay en ti ¿Alimenta tu vida? ¿Te enriquece? Repite al ritmo de tu respiración:
«María, Madre y Maestra ayúdame a cultivar el amor en mi corazón».
Con Jesús por la noche. Repasa y cierra tu semana. ¿Qué
situaciones te han dejado paz y cuáles no? ¿Qué te hubiera gustado que fuera
diferente? ¿Qué bien has podido hacer y qué daño has ocasionado?
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