Un estilo desapercibido
24 de junio
Con Jesús por la mañana. ¡Qué grandeza la de Juan el Bautista! La verdadera grandeza cristiana es hacerse pequeño y desaparecer a tiempo para no estorbar a Jesús. Así lo dijo e hizo Juan: “Es necesario que Él crezca y que yo desaparezca” (Jn 3, 30). Humildad y de la buena, esa fue la principal virtud de este santo a quien no mareó la fama, ni el poder, ni “el qué dirán”. Ofrezco mi día al Corazón de Jesús por las intenciones del Papa. No buscaré los primeros lugares, seré discreto para hablar, para ayudar para estar con los demás tratando de que mi presencia no se note.
Con Jesús durante el día. ¿Cómo es mi modo de estar entre los demás? ¿Busco los primeros lugares y que se note que estoy? Tomaré un estilo más desapercibido.
Con Jesús por la noche. Agradezco al Corazón de Jesús el día. ¿Pude renunciar a ser visto, o a ser notado para crecer en sencillez y discreción? ¿Qué siento cuando ocupo el escenario de las situaciones? ¿Opaco a otros con mi presencia? Pido perdón. Mañana empezaré a cultivar un estilo más desapercibido para estar en medio de mis hermanos.
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