Recuperar la dignidad





19 de junio

Con Jesús por la mañana.  Seguro que te has cruzado con ellos. Pasan días enteros sin bañarse, con ropa sucia o rota, porque no las compraron para ellos. Pasan hambre, sufren adicciones, están expuestos a la violencia y tienen un denominador común: una mirada de dolor que pide ayuda a gritos. A simple vista la calle parece igualar a todos, pero detrás de cada uno de ellos se esconde una historia diferente. Existe un por qué la vida los dejó al desamparo, sin techo, sin afecto ni cobijo. ¿Podemos ayudarlos a que recuperen su dignidad? Ofrezco mi día al Corazón de Jesús por las intenciones del Papa. Cuando camine por las calles y plazas, me acercaré con cariño a quienes allí viven, como lo haría el Corazón de Jesús.

Con Jesús durante el día.  «El que quiera seguirme, niéguese a sí mismo, cargue con su cruz cada día y sígame» (Lc 9, 23) ¿Has visto a Jesús en las calles? Es ese que necesita de tu ayuda.

Con Jesús por la noche.  Agradezco a Jesús por el día. ¿Qué sentimientos, sensaciones o pensamientos me despiertan las personas de la calle, marginadas o enfermas? ¿Siento compasión por el que sufre? Pido perdón. Mañana pediré al Corazón de Jesús tener sus sentimientos para amar y ayudar a los que están sufriendo.

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