Es importante considerar que tras la oración de petición, quizás las cosas no devengan según nuestras expectativas. No siempre obtendremos lo que pedimos porque la oración de petición no es una acción extraordinaria que complace de inmediato nuestros deseos. Aquí no hay mago que tras un “abracadabra” saque un conejo de la galera…
En la oración de petición hay un tanto de confianza y otro tanto de abandono en la Providencia Divina. Pero de lo que tenemos que estar completamente seguros es de que el Señor no descuida a ninguno de sus hijos, ni deja sin respuestas a los cientos de interrogantes que nublan nuestra percepción ante los dolores e incomodidades de esta vida.
Luego de la oración confiada y persistente SIEMPRE nos llega la PAZ de Dios. En medio del silencio una dulce sensación de cobijo y de sosiego, aún en medio de las contrariedades, envuelve nuestro corazón…
¿Lo has experimentado?
Demos gracias a Dios por eso.
@Ale Vallina
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