¿Sabes lo
que puedes hacer con la culpa malsana? Esa, que te corroe y te impide descansar
adecuadamente. Esa, que te deja extenuado e inquieto. Esa, que te conduce a la
desolación en términos de Ignacio, impidiéndote recibir el perdón gratuito de
Dios. Según el padre José Antonio García-Monge S.J., la culpa malsana “bloquea
los recursos personales para una conversión adecuada”…
Es bien
sabido que los gestos externos contribuyen
a dar vida a las conductas internas. Por eso la propuesta es que realices un
pequeño ritual. Comienza escribiendo lo
que te inquieta en un papel. Sencillamente vuelcas en él todo aquello que,
conscientemente, reconoces como culpa malsana. También tomas en cuenta todo lo
que identificas como escrúpulos, que corroen
tu alegría de ser hijo del Padre y que te impiden recibir su perdón.
A
continuación, quemas el papel. Entretanto lo haces considera como Dios, mientras
el papel se consume, va sanando esos
aspectos de tu vida que necesitan de su Luz y de su Amor. Luego entierras las cenizas y agradeces por tanto
bien que recibes a diario.
Limpia tu
alma y vuelve a caminar…
@Ale Vallina
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