¿El hijo pródigo por qué? Si no es el evangelio correspondiente a este domingo.
Porque sí...Es que,acaso, ¿tiene que existir siempre un por qué?
Es que todos somos hijos pródigos y cada vez que nos desviamos del camino, añoramos volver a casa y recibir el perdón del Padre.
Por eso esta pequeña reflexión.

Lo maravilloso del Padre es que no espera a que su hijo se arrepienta. Apenas lo ve, corre a su encuentro. Con ansias se precipita para llegar hasta él…Su único deseo es fundirse con ese hijo en un abrazo interminable. Decirle cuánto lo ama y cuánto lo ha echado de menos.
Corre desesperadamente a pesar de los achaques de la edad y cuando lo ve acercarse tan cansado y sucio, por el camino polvoriento, lo abraza, lo cubre de besos...y lo acaricia hasta con la mirada.
Sabe de sobra que ese hijo es débil y esto lo hace amarlo más todavía.
Ha vuelto a la vida el hijo que estaba muerto…Hay clima de fiesta. Hay mucho amor para compartir…y tanto para agradecer.
@Ale Vallina

Comentarios

Julia L. Pomposo ha dicho que…
Toda fiesta es poca para celebrar la vuelta de un hijo descarriado. El Evangelio es muy sabio
Abrazos