Cuántas
traiciones Jesús. Cuántos amigos que no lo son. Cuánta desolación se acerca. Un
mundo te abandona y sin embargo, sigues. Tu confianza en el Padre es total. Es auténtica.
Y no de decae aún ante el terremoto que se acerca…
Jesús mío,
continúo acompañándote. No quiero dormirme. No deseo huir. Le ruego a tu Madre,
la Fiel, que me regale una porción de su fidelidad, para no correrme del camino
de tu Pasión.
Jesús
desearía ser una contigo y vivir a tu lado estos días decisivos. Otórgame esa
gracia. Amén.
@Ale
Vallina
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