Necesitamos recuperar la verdadera imagen de Dios. Dios es Padre. “Nuestro” Padre y no un verdugo. Nada de lo que hagas, hará que Él te ame menos. Nada.  La certeza de que somos amados, deseados, queridos, anhelados, esperados, por Ese Alguien hace que dejemos de buscar la felicidad fuera del vínculo con Él.

Javier Rojas sj

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