Porque después
de todo, como lo queramos expresar, todos somos desde el nacimiento hasta la
muerte invitados a una mesa que no servimos. El sol, la tierra, el amor, los
amigos, nuestro propio aliento son partes del banquete…. Deberíamos pensar
acerca del día como una oportunidad para conocer a nuestro anfitrión, y conocer
algo acerca de él que nos ha alimentado todo este tiempo.
Rebecca
Harding Davis
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