Como muchos
de ustedes saben, en la Argentina una infusión muy popular es el mate.
Se trata de
hojas secas y trituradas de la planta yerba mate que se colocan en un
recipiente también llamado “mate” (suele ser de metal, de madera o de cerámica,
aunque habitualmente se trata de una especie de calabaza ahuecada). La infusión
se toma a través de una caña llamada “bombilla”. Lo ideal es que el agua esté
caliente pero no hervida, ya que puede quemar la yerba. Hay decenas de maneras de
hacer el mate: “cebar” le llamamos. Y cada familia o grupo de amigos ceba según
su gusto.
Lo que no
admite discusión alguna es que el mate invita a la charla íntima, a la amistad,
a la conversación animada, aunque también suele tomarse solo y en cualquier
momento del día. Es común que cuando nos encontramos con amigos los invitemos a
“matear” en ronda, en torno a la cual surge la conversación y el compartir.
Entre los
argentinos es una muy popular y cálida costumbre. También el mate es muy
habitual en Uruguay y en Paraguay.
Como no
podía ser de otro modo, como buen argentino nuestro Papa Francisco es amigo de “matear”.
Aquí en la foto está tomando esta deliciosa bebida sentado en torno a la imagen
de María, nuestra bendita Madre, en la advocación de Nuestra Señora de Luján,
Patrona de nuestro país.
@Ale Vallina
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