Jesús nos lo aseguró: “No tengan miedo” nos dijo. Y también nos prometió:  “Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo.”
Y a pesar de estas promesas genuinas del Dios encarnado vivimos con temores. Reales algunos, y frutos de nuestras inseguridades y dudas la gran mayoría…
Y así transitamos la vida, con turbaciones y pánicos, que nos impiden crecer y vivir confiados. Tememos lo cotidiano,  tememos el futuro,  nos llenan de pavor los desenlaces de los caminos que vamos andando Tememos los encuentros con los demás y los desencuentros. Que si  nos alcanzará el dinero, que si recuperaremos la salud, que  si tal o cual me quiere o ha dejado de quererme,  que si mañana lloverá o granizará… Tememos a las guerras ( con razón), pero evitamos pensar que las provocamos nosotros mismos, ambiciosos, deseosos de cuotas de poder y dominación…Tememos a las crisis sin apreciarlas como catapultas de crecimientos personales y comunitarios. Tememos que un amor se termine, o que me despidan del trabajo, de si podré hacer tal cual cosa, que sí, que no, que tal vez…
Así medios adormilados, sobresaltados y con pesadillas oscuras ( de las cuales casi ninguna llegará a cumplirse) vamos andando, con la energía en baja, cansados de tantos fantasmas…
Una cuota de miedo “preventivo” es sano, cuando nos estropea la vida ya es patológico…
No hay engaños en las palabras de Jesús…Jesús es transparente, y sus palabras provienen de la sabiduría del  Padre. “No teman” nos repite para que lo internalicemos…
En  un minuto que hoy tengas libre, te propongo que confecciones un listado de tus miedos. Te sorprenderás al encontrar que muchos de ellos son ilusorios e irreales.
Cierra los ojos y observa tus temores cara a cara, aunque la tarea sea dura y transpires la fatiga de observarlos…Al hacerlo, muchos perderán consistencia y se evaporarán prontamente. Y aquellos más densos y reales perderán poder, y podrán ser enfrentados…
Qué harías si no tuvieras miedo?
@Ale Vallina


Comentarios