El Espíritu
puede soplar donde quiera, pero uno tiene que ubicarse en un lugar para
recibirlo, así como uno tiene que abrir una ventana o ir afuera para sentir la
brisa.
O, dicho
de otro modo, Saulo nunca hubiera tenido la experiencia de conversión que tuvo
en el camino a Damasco si no hubiese estado, en principio, en el camino.
Así pues,
debemos encontrar caminos espirituales y recorrerlos.
Chris
Glaser
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