“El HOGAR es el punto desde donde partimos", dice T.S.
Eliot.
Y esta es una manera de decir que el amor no es sólo el fin,
sino el comienzo de todo. Lo que encontramos, cuando encontramos nuestro
corazón (y recuerden, la GRATITUD es la clave), es la propia vida de Dios
dentro de nosotros. Y ha sido así desde "antes de siempre", como a CS
Lewis le gusta decirlo.
El corazón es el hogar. “Todo depende de lo que entendemos
por HOGAR”. Y uno de los personajes de Robert Frost en “Muerte de un jornalero”
responde:
“Tu casa es donde tienen que ampararte,
Si tienes que pedirlo”
Y el otro responde:
“Yo diría,
Donde no es necesario merecerlo...”
En ambos casos el corazón es su hogar. En ambos sentidos, el
corazón es donde pertenecemos. Nosotros pertenecemos allí como nuestro propio
lugar, sin importar en cuán extraños nos hemos convertido. Y cuando estemos
allí pertenecemos, porque lo que hace que el hogar sea un hogar es que cada uno
pertenece a todos y todos a cada uno.
Hermano David Steindl-Rast, O.S.B
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