Cristo, el Verbo encarnado, alcanza y supera todas las barreras.
Lleva de la plenitud del hombre a la plenitud de Dios. Su llamada se dirige a toda la humanidad, pero él no puede interpelar sino a cada uno, en lo más profundo de cada uno, en su libertad para que quiera abrirse al amor y al mayor servicio. De ahí este carácter individual y universal del llamamiento.
Jean Laplace sj
Cómo respondes al llamado de Jesús?
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