"Amarás al Señor, tu Dios,.. y al prójimo". El amor a Dios no excluye el amor al prójimo. Es más, el verdadero amor a Dios se concretiza y se hace realidad en el amor al prójimo. Pero vale hacer una aclaración. El amor a Dios y el amor al prójimo del que habla el evangelio "presupone" un amor limpio y desinteresado. Amar por conveniencia no es amor sino hipocresía. 

P. Javier Rojas, sj

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