La experiencia de ser pecador(a) perdonado(a), es la que matiza y empuja todos los rasgos de la espiritualidad lgnaciana. A la manera como nos invita Ignacio a experimentarlo, ser pecador(a)"abierto(a) a Dios" no aleja, sino que acerca a Dios -contra toda la expectativa religiosa habitual.
Carlos Cabarrús SJ

NO TE MALTRATES: DIOS YA TE HA PERDONADO...

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