Nada debe descuidarse en nuestra vida. Todo nos sirve o nos perjudica. Bossuet.

El verbo para la oración de hoy es CUIDAR. Y qué es esto de cuidar?

Yo ya no estoy en el mundo, pero ellos sí están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, cuida en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno como nosotros.
Juan 17,11
Cuidar es reconocer que la vida es precaria y que hay que atenderla. Es un acto de sensatez y de amor por el que admitimos con serenidad que somos frágiles, y que todo lo bueno que hay en nosotros también es frágil.
 Aprender a cuidar es un acto de gratitud a Dios y a quienes nos hacen el bien. Es también una actitud de misericordia. Es como la raíz del amor. Y de hecho cuánto amamos a quienes nos han cuidado…
Cuidar supone conocer y valorar lo que somos y tenemos, y entender que el torrente del bien no puede detenerse en nosotros. Cuidar no es simplemente conservar. Más bien es lograr que cada uno y cada cosa alcance su meta, que sea lo que puede ser, lo que está llamado a ser. Es dar la oportunidad al que tal vez la necesita y no la ha tenido.
Qué tenemos que cuidar? Todo. El mundo, casa del hombre. Y al hombre…y  a cada hombre. Hay que cuidar el cuerpo y la salud; el alma y sus virtudes ; la familia; la sociedad y su justicia… Tenemos que cuidar la hermosura del instante, la charla entre amigos, la vida de aquellos que Dios nos ha puesto bajo nuestra protección…
Preguntas para tu oración:
1- Qué es lo que cuidas con más empeño?
2- Cómo y cuánto cuidas de tu imagen?
 3- De quiénes has recibido cuidados?
4- A quién te has encargado de cuidar?
5- Qué cuidarías (o, a quién) con tu propia vida?
6- Cuidas de ser agradable o agradecido?
7- Cómo cuidas de las personas que amas?
8- Qué cuidaste poco y hoy estás arrepentido?
 En la Sagrada Escritura, el cuidado es, en primer lugar, la solicitud que se pone en la realización de un trabajo o de una misión. La Biblia admira y recomienda esta presencia inteligible y activa del hombre en todos sus quehaceres. Primero en los más humildes, en el marco de la casa, del oficio artesanal o de las responsabilidades públicas.
 Más alto todavía coloca la Biblia el cuidado de los quehaceres espirituales: la búsqueda de la sabiduría o del progreso moral. El ejemplo por excelencia es aquí Jesús mismo, entregado sin reserva al cumplimiento de su misión. Cuidando a cada momento Su misión…La de Su Padre…

Señor, dame lo que me pides y pídeme lo que quieras. San Agustín

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