El verbo para orar de esta semana es CUESTIONAR.
Qué significa cuestionar?


Salió Jesús con sus discípulos hacia los pueblos de Cesarea de Filipo, y por el camino hizo esta pregunta a sus discípulos: “Quién dicen los hombres que soy yo?”
Marcos 8,27


Es posible que a este mundo no le hagan tanto daño las maldades de los malos como sí las omisiones de los buenos. El mundo quizá no tiene tantos culpables como cómplices.
Así, lo repetido nos produce costumbre, y la costumbre nos enseña a considerar como normal lo que al principio rechazábamos. Un paso más, y resultaremos defendiendo lo que antes nos escandalizaba. Todo sucede de modo tan suave y continuo, que no llegamos a verlo, precisamente porque nuestra vista se ha ido moviendo con lo visto…
No nos engañemos: el mal se agarra fuerte en nuestra vida a través de los bienes parciales que nos va reportando, y de los privilegios con los que nos adormece. Y así, soñolientos, como los Apóstoles en Getsemaní, resultamos incapaces de vencer la tentación o de sobreponernos al embate del Mal Espíritu.
Si la mitad del tiempo que gastamos en tratar de ser buenos la invirtiéramos en estar de verdad  despiertos ante el mal, seguramente venceríamos el doble de veces. Atentos, no obsesionados; lúcidos, no amargados; prudentes, no cobardes.
Muchas de nuestras batallas contra el mal las hemos perdido antes de empezar, porque su astucia nos encontró dormidos…
 Cuestionar, pues, es “estar despiertos”… infinitamente despiertos al bien que tan caro le ha costado a Dios; por eso, es mirar de nuevo lo sobreentendido; es preguntarse por lo obvio, lo natural y lo cotidiano.
Es cierto que no todo cuestionamiento es provechoso y bueno. Algunas pistas para saberlo son:
1. Procura tener claro especialmente a qué bien deseas acercarte, y no sólo de qué mal deseas apartarte.
 2. No cuestiones para que aparezcan tus preguntas, ni para que se vean las mentiras de los demás; cuestiona para ayudar a tu hermano a alcanzar su verdad.
3. Recuerda que ninguna vida resiste juicio. Cuando preguntes, pues, mira si hay en ti por lo menos tanta misericordia y tanta caridad cuanto hay de agudeza o de crítica.


Preguntas para la oraciónpersonal


1. ) Cuestionas tu realidad? 
2. ) Quién cuestiona tus actitudes y tu vida?
3. ) Te dejas cuestionar con facilidad? Por qué? 
4. ) Qué le cuestionarías a la Iglesia hoy?
5. ) Qué le cuestionas a un amigo o familiar?
 6. ) Te has cuestionado el porqué de tu vida? En qué situaciones?


 Culmina tu oración diciéndole a Dios: “Señor ayúdame a estar despierto, para más servirte y alabarte”

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