Dios es inaccesible al instrumento
científico, al crisol, a la retorta. . .
Pero es siempre accesible para el alma.

Nunca despejarán su inmenso enigma
la suficiencia y el orgullo humanos,
cual si fuese ecuación. El telescopio
no habrá de sorprenderle entre los orbes,
ni la lente del ultramicroscopio
le encontrará en las células.

Él dio su ley al universo, y calla,
recatando su faz en lo absoluto.

Pero que el triste y conturbado espíritu
le busque como al súmum de los bienes,
y allá en lo más profundo de sí mismo,
la voz maravillosa del ABISMO
le dirá con amor: ¡AQUI ME TIENES!

Amado Nervo

Comentarios