Jesús Renau . En las comarcas del norte Nigeria hace pocas semanas el grupo islamista radical Boko Haram llevó a cabo un secuestro masivo de niñas y adolescentes, entre 12 y 17 años. Según fuentes periodísticas el número de chicas oscila entre 223 y 600. Parece que una gran parte de ellas ya han sido vendidas como esclavas al precio de 12 dólares por persona. También se ha informado de que fueron violadas reiteradamente por parte de sus secuestradores. La primera reacción no sólo es de protesta contra un crimen contra la humanidad, sino también de profunda pena y dolor por estas chicas, estudiantes, que en un tiempo tan fundamental para sus vidas, han sido -y probablemente seguirán siendo- torturadas. Nuestra voz clama justicia; y nuestro corazón, llora. Mientras las nuevas leyes de España han recortado drásticamente el derecho de la justicia universal contra estos crímenes terribles que desfiguran la humanidad, una vez más estas niñas son víctimas de la f...