El papa Francisco ha irrumpido en medio de una sociedad triste y en crisis como una esperanza incluso para los no creyentes (…) la clave está sobre todo en el cambio de actitud y la descentralización del oficio petrino, inisistiendo en lo positivo y en lo que nos une: el Evangelio como eje sobre la parafernalia añadida con los siglos. 
Pedro Miguel Lamet sj

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