Para ayudar a salir a la gente tenemos que aprender a llamar
a cada uno por su nombre. Y distinguir nombres propios de situaciones es
fundamental. Por eso la gente escucha al papa, porque siente que trata a cada
uno como persona, por su nombre, y no como los que te tratan mirando un libro
de derecho canónico, juzgando tu situación y condición como si estuvieran
identificadas con tu persona: sos un pobre, sos un divorciado, sos un preso...
P. Diego Fares sj
Comentarios