Guardar la palabra
Día 22
Con Jesús por la mañana. “En aquel tiempo, dijo Jesús a los
judíos: Os aseguro: quien guarda mi palabra no sabrá lo que es morir para
siempre” (Juan 8, 51-59). “Todo, en la vida cristiana, gira alrededor del
misterio trinitario y se cumple en orden a este misterio infinito. Intentemos,
por tanto, mantener siempre elevado el 'tono' de nuestra vida, recordándonos
para qué fin, para cuál gloria existimos, trabajamos, luchamos, sufrimos. Y a
cuál inmenso premio estamos llamados. Este misterio abraza toda nuestra vida y
todo nuestro ser cristiano” (Papa Francisco). Centra tu día en el amor y
ofrécelo por la intención del mes.
Con Jesús por la tarde. Descubrir la
hondura de Jesús. Tenemos el desafío de descubrir y proponer el estilo de
Jesús, lo que él vive, y lo que él expresa del rostro del Padre. Recibamos en nuestra propia existencia
esa vida definitiva para la que estamos radicalmente hechos. La transformación
del mundo en un sitio más humano en el que brille el estilo de Jesús, nos urge.
Pide a Jesús que te transforme. Deja resonando en tu corazón las palabras de
Jesús.
Con Jesús por la noche. Navega mar
adentro. Agradece lo
vivido especialmente los momentos en que te has sentido más animado. Navega en
el mar de tu corazón. ¿En qué momento del día has sentido miedo? ¿Qué ideas te
surgieron? El miedo mueve al encierro y la violencia. ¿Cómo reaccionas tú? Pide
a Dios que sane los miedos con amor, para que dejemos de vernos como enemigos o
competidores. Apunta un propósito para mañana.
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