Superar los obstáculos



Día 12

Con Jesús por la mañana. “Llegaron cuatro llevando un paralítico y, como no podían meterlo por el gentío, levantaron unas tejas encima de donde estaba Jesús, abrieron un boquete y descolgaron la camilla del paralítico” (Mc 2, 1-12). Es admirable la fe y el ánimo de estos hombres que no se dejaron vencer por ningún impedimento para llevar a su amigo enfermo para que Jesús lo curara. Tan sólo imaginar el asombro de Jesús y del gentío que allí había. ¡Qué osadía! Disfruta la escena y habla con los que allí están. Apunta lo que descubras y ofrece el día por la intención del Papa. 

Con Jesús por la tarde. El amor perdona. Dios no lleva la cuenta del mal. Su amor es incondicional y ya nos ha perdonado del mal que nos hacemos unos a otros, aun cuando nosotros no nos perdonemos a nosotros mismos ni entre nosotros. La falta de perdón inmoviliza y nos mantiene atados a nuestra camilla de miedos e indignidad. El amor que des a quien te ofende, te libera y ayuda a ponerse de pie a tu hermano liberándolo también a él. Crece en amor con quienes te ofenden, acércate, saluda con cordialidad, conversa con ellos. Inicia el camino del perdón y el reencuentro.

Con Jesús por la noche. Dar respuesta. Busca un lugar tranquilo. Respira hondo y cierra tus ojos. Mira y detente en aquellos momentos relevantes del día. ¿Qué has aprendido de ti y de lo vivido? ¿A qué te has sentido llamado hoy? ¿Qué persona te sientes llamada a ser? Concreta una actitud para mañana que te acerque a ese llamado. 

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