Volver a la paz del corazón
Día 3.
Con Jesús por la mañana. Los “finales” suelen ser tiempos en los
que el cansancio acecha y algunas sorpresas pueden arrebatarnos la paz del
corazón. La invitación, pues, es estar atentos y vigilar para no dejarnos
sorprender. Los “finales” son tiempo de volver a la paz del corazón y
prepararnos para un nuevo comienzo.
¿Cómo está tu corazón en este tiempo? No permitas que nada te quite el
amor y la paz que te habitan. Recupera las experiencias que te han dado paz,
vuelve a pasarlas por el corazón y apunta lo que descubras. Ofrece lo de hoy
por la intención del mes.
Con Jesús por la tarde. “Así pues, del mismo modo ustedes,
estén prevenidos porque no saben cuándo va a llegar el dueño de casa, si al
anochecer o a media noche o al canto del gallo o de mañana” (Mc 13, 35).
¡Presta atención! Continúa examinando las experiencias de paz y apuntando lo
que descubras en este tiempo. Cuida la paz del corazón. Repite al ritmo de tu
respiración: ¡Oh Señor, que sea un centinela atento y paciente!
Con Jesús por la noche. Pon un nombre a tu semana. Tómate un
tiempo tranquilo y mira tu semana. Recorre cada día. ¿Qué momentos han sido los
más significativos para ti? ¿Por qué? ¿En qué momentos has sentido paz? ¿En
cuáles no? Si puedes reconocer estas variaciones tendrás mayor claridad para
cuidar la paz de tu corazón. ¿Cómo llamarías a tu semana? Disponte a iniciar
una nueva semana con buen ánimo.
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